Ni muerto se libra ya uno del hurto o robo. Un empleado de una funeraria de Asunción (Paraguay) ha sido detenido por haber sustraído un marcapasos del cuerpo de un difunto durante los preparativos del velatorio.
El muerto era presa fácil, desde luego.
El marcapasos, por su parte, fue recuperado y entregado a los parientes del difunto. Por necesidad del antiguo dueño por lo menos no será, eso seguro.
Lo bueno es que, a modo de disculpa, la funeraria les prestó un servicio de lujo (valorado en unos 1.900 dólares) a los familiares del difunto. Eso sí que es 'pasar a mejor vida'.
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